Alía es un municipio y localidad española de la provincia de Cáceres, en la comunidad autónoma de Extremadura, situado en el extremo sureste de la provincia. Está incluido en la comarca de Las Villuercas, pertenece al partido judicial de Logrosán
Su término municipal tiene una superficie de 599,40 km², que lo confiere en el séptimo más grande de la comunidad; con una altitud media de 581 m. En el año 2017 contaba con 865 habitantes, lo que da una densidad de población de 1,44 hab/km², dividida en varios núcleos urbanos: el de la propia villa junto con las pedanías de La Calera, Pantano de Cijara, Puerto del Rey y caseríos de menor importancia. La localidad más cercana es Guadalupe. A los naturales de Alía se les llama alianos, jalianos o galianos.
Fue fundada en la Edad Media, en tiempos de al-Ándalus, y su nombre procede del árabe como se intuye por la presencia de una notable arquitectura de estilo mudéjar. Fue conquistada por Alfonso IX. En 1756 se le concedió a Alía el título de villa. Durante la Guerra Civil Española, Alía fue el único municipio de la provincia de Cáceres que permaneció en territorio de la República.
La arquitectura urbana está formada principalmente por casas que suelen ser de planta baja y una planta de piso. A consecuencia de la climatología estas casas se han adaptado a ella construyendo un patio o «corral» interior para así poder soportar el calor veraniego, además todas las paredes están pintadas de blanco para evitar mucha atracción solar.
Otro ejemplar de la arquitectura civil que se halla en esta villa es el edificio nombrado el Silo. Este edificio se encuentra en perfecto estado de conservación y aunque en la actualidad el Silo no tiene ninguna función si la tuvo en tiempos pasados donde era destinado al almacenamiento del trigo y otros cereales.
Patrimonio
Fiestas locales
La actividad económica de la localidad está muy ligada al mundo de la caza, por ser ésta una tierra que ofrece un hábitat ideal para la cría de especies cinegéticas como el corzo, el jabalí y el ciervo. Además de la caza, la pesca también supone un empuje a destacar para el municipio, que cuenta con el único Refugio de pesca y montaña de la comarca.
Es también una localidad famosa por fabricar mantas traperas de distintos colores elaboradas en telares tradicionales; asimismo, por la forja, por los trabajos de ebanistería y por los bordados. En el municipio hay varias personas que siguen realizando obras de artesanía tradicional de la zona. Hay artesanos de telares, madera y silletero.
Sobre un total comarcal de 107, el mayor índice industrial recae en Alía (54) que acapara el 50,47% del índice industrial de la comarca.
El ayuntamiento de Alía abrió una oficina de senderismo el 25 de septiembre de 2006. En el municipio hay seis rutas: Estrecho de la Peña; Los Peregrinos; La Calera; La Lorera de la Trucha; Los Molinos; La Dehesa.
Al norte, se alza el caserío de la Calera, donde se hallan las ruinas de un hospital del siglo XV que mandaron construir los frailes jerónimos del Real Monasterio de Guadalupe, en las faldas del pico Sobacorbas, de 1.320 metros de altura.
Saliendo de Alía en dirección a Toledo, a unos diez kilómetros, se debe parar en el mirador del estrecho de la Peña, desde el que se aprecia la boca de una espectacular cueva en un farallón cuarcítico donde anidan buitres y alimoches. Se trata de un excepcional lugar para la observación ornitológica.
Cabe destacar también el Centro de Interpretación de la cal situado en La Calera.