El municipio está situado al sur de la provincia de Cáceres a 50 km de la capital. Pertenece a la comarca de Montánchez, cuenta con 115,67 km2 de término municipal y sus límites geográficos son los siguientes: Norte: término municipal de Montánchez; Este: término municipal de Almoharín y Valdemorales; Sur: términos de Santa Amalia y Mérida, de la provincia de Badajoz; Oeste: término municipal de Alcuéscar y de Montánchez.
Sólo posee un núcleo de población que se ubica entre los 39º 11′ 08» de latitud y 2º 028′ 30″ de longitud oeste, y una altitud sobre el nivel del mar de 398 m. Los habitantes de Arroyomolinos son conocidos como arroyomolinenses o molineros.
El pueblo de Arroyomolinos, fué fundado entorno al año 1228 por orden del rey Alfonso IX. Esto, no quiere decir que en periodos anteriores los campos que hoy en día rodean Arroyomolinos no estuvieran ocupados por otros pobladores.
Los primeros asentamientos de poblaciones en la zona de Arroyomolinos, posiblemente daten del periodo Neolítico. Nos hace pensar esto, la aparición de algunos restos como son puntas de silex y lo que se creen que son restos megalíticos existentes en un paraje denominado El Cerro de la Horca.
Es ya en La Edad de los Metales, cuando los restos de asentamientos son más importantes. Dichos restos, los conforman dos Castros situados en la Morra del Pajar y en la Herrumbrosa (Foto de la Izquierda). Además, la cercanía de dos Rutas Comerciales tan importantes como fueron la Ruta de la Plata y la Vía de Medellín-Cáceres (Ambas de origen Tartésico), nos hace pensar en el continuo tránsito y contactos comerciales con pueblos como los Fenicios e Indoeuropeos.
Con la llegada de los romanos, los restos arqueológicos aumentan y su hábitat disperso hace que por diversos parajes de la zona aparezcan huellas de su estancia.
Como vestigios arquitectónicos, nos encontramos con que muchos de los molinos son de origen árabe, cosa que no es nada de extrañar conociendo la habilidad de esta cultura para aprovechar los recursos hidráulicos. Por este motivo es fácil deducir que el sistema de acequias y charcas utilizado, fuera de su invención. De este modo, lograron que con la misma agua pudieran moler varias de estas aceñas.
Otros restos que nos quedan de su paso, es un sistema defensivo basado en pequeñas torres situadas en puntos estratégicos. Las dos más conocidas son la de Mudalpelo (finca La Jarilla) y la de Morrillas Madruga(Herrumbrosa).(Al fondo se puede apreciar la Morra de Mudalpelo).
Patrimonio
Fiestas Locales
Entre las actividades industriales más destacables del municipio se encuentran varias empresas de construción y otras pertenecientes al grupo de industrias manufacturesras en el sector d ela alimentación principalmente.
La actividad agrícola y ganadera siguen siendo el motor económico de la zona.
La vida de esta localidad ha estado desde la antigüedad en más de quince piedras que se movían sin cesar en la llamada Garganta de los Molinos, algunas de tiempos romanos. Estos molinos, integrados plenamente en el paísaje, suponen una atractiva ruta de senderimo a lo largo del arroyo del mismo nombre, acompañado de indudables valores patrimoniales, ambientales y paisajísticos, que el visitante no debe obviar en los recorridos a pié que ofrece la Sierra de Montánchez.
Arroyomolinos, en estos parajes, vivió en 1811 la derrota de las tropas napoleónicas del general Girard por el general inglés Hill. La batalla que tuvo lugar fue conocida como la Batalla del Arroyo de los Molinos y también como la Sorpresa de Arroyomolinos.
Su iglesia parroquial está dedicada a Nuestra Señora de la Consolación, en la que reluce una hermosa portada plateresca. Como curiosidad, en esta iglesia está la Virgen de la Leche, de la que se dice que cuando amamanta al niño tocan sus instrumentos dos querubines.
También contamos en esta población con la Ermita de San Sebastián, de estilo renacentista (siglo XVI). Merece la pena destacar un recinto fortificado de la Edad del Bronce denominado "Morra del Pajar"; que aunque se encuentra aún sin excavar, aparecen algunos restos en la superficie.