Cabezabellosa es un municipio español de la provincia de Cáceres, Extremadura.
Está situado en los Montes de Tras la Sierra, entre el valle del Jerte y el valle del Ambroz, al norte de Plasencia.
El paisaje más inmediato consiste, en prados y bosques caducifolios de robles, fresnos y castaños, regados por pequeñas gargantas y con promontorios y páramos donde afloran formaciones graníticas. Aquí y allá, se distribuyen pequeñas huertas y cultivos de frutales. El conjunto se enmarca en extraordinarias vistas a los valles Ambroz y Jerte.
Historia.
El pueblo ya se conocía por el nombre de Cabezavellosa en el siglo XV según el censo de Plasencia de 1494, que dictaminaba una población de cincuenta vecinos. Durante el siglo XVI el agua que recogía el Acueducto de Plasencia procedía de la sierra de Cabezabellosa y El Torno.
A la caída del Antiguo Régimen la localidad se constituye en municipio constitucional en la región de Extremadura, entonces conocido como Cabeza Vellosa o Cabezavellosa. Desde 1834 quedó integrado en el Partido Judicial de Plasencia. En el censo de 1842 contaba con 175 hogares y 959 vecinos.
Patrimonio:
Fiestas.
Cuenta con un pasado eminentemente pastoril y ganadero, habiendo sido conocido en toda la provincia por su gran cabaña caprina. El régimen de explotación agraria era el de minifundios diversificados con el objetivo de suplir las necesidades de una economía de subsistencia, así la diversificación consistía en huertas, cultivos de leguminosas, cereales y patatas, olivos, frutales y explotaciones de castaños para el fruto y madera.
Las explotaciones caprinas y porcinas han sufrido un gran declive en las últimas décadas, conservándose prácticamente solo las explotaciones de vacuno. El culto a San Antonio denota el gran carácter ganadero de este pueblo. Las explotaciones de vacuno se extendían más allá de su término para el aprovechamiento de pastos de invierno en las inmediaciones de Monfragüe y otras fincas.
Hoy en día ha cobrado gran significancia las explotaciones de frutales, cerezo y ciruelo, con las denominaciones de origen Picota del Jerte y Claudia del Ambroz, respectivamente.
El sector de la construcción ha sido siempre de gran importancia y lo es aún en la actualidad.
Con el auge del turismo se han desarrollado algunos nuevos negocios en los últimos años, que vienen a completar el sector servicios que pueda tener cualquier otra población con las mismas características. En la localidad existe aún algunos artesanos, pero no desarrollan actividad comercial alguna.
Turismo.
Diversas condiciones están haciendo de Cabezabellosa destino turístico y de vacaciones, ya sea en régimen de alojamiento o de segunda residencia.
Su localización y proximidad a lugares de interés ha sido notablemente potenciada por la mejora de las comunicaciones, que por otro lado han facilitado el acceso desde los grandes núcleos de población.
Algunas de estas condiciones han hecho a Cabezabellosa participe del gran auge que ha sufrido el turismo rural durante los últimos años en la zona, aunque aún está lejos de copar todo su potencial. En la actualidad, hay en la localidad tres casas rurales, un hostal que también oferta apartamentos y varios bares-restaurentes; las únicas actividades locales ofertadas son la observación de aves y el alquiler de bicicletas. Por otro lado, está aumentando notablemente el número de segundas residencias. Cabe mencionar que el turismo no es ninguna novedad en la población, ya acogía a visitantes en régimen de pensión o alquiler, muchas décadas atrás.
Existen numerosos senderos para realizar rutas a pie o en mountain bike. Otra actividad con gran relevancia es el vuelo libre, en parapente y ala delta, la Sierra de Cabezabellosa configura una serie de condiciones que ha llevado a que sea un lugar asiduo para los practicantes de este deporte, habiéndose celebrado varios campeonatos de carácter nacional. Existen dos zonas para el despegue, hacia el Sureste, en la ladera de Romanejos; y hacia el Noroeste, desde El Pitolero. En el Cancho del Búho, en el que encontramos la Ermita de Nuestra Señora del Castillo, hay 6 vías de escalada deportiva equipadas. Sus dificultades van del III+ al 6b con unos atardeceres increíbles. Es evidente que se exige respeto y evitar molestias. No beber del pilón entre el pueblo y la zona de escalada.