Está situado en el extremo Sureste de la provincia, en la mancomunidad de Villuercas-Ibores-Jara, limitando su término con los municipios de Guadalupe, Logrosán, Alía, Berzocana y Valdecaballeros, éste ya en la provincia de Badajoz. El pueblo se sitúa sobre la EX-102, entre Logrosán y Guadalupe.
Cañamero se fundó entre el siglo IV y la época visigoda. De la Edad Media se conservan en la montaña que preside la localidad los restos del Castillo de Cañamero, ordenado derribar por Enrique IV y con orden de no volver a reconstruirse. En 1538 se le concedió a Cañamero el título de villa.
Conocido por su vino de pitarra, de alta graduación y color turbio, que ayudaba a soportar el riguroso invierno y las tareas del campo. Además el municipio da nombre a una de las subzonas de la denominación de origen Ribera del Guadiana.
La villa acoge también la sede del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Miel Villuercas-Ibores, una de las mejores de España, producida en toda la comarca. Y la sede de la Asociación para la Promoción y el Desarrollo Rural del Geoparque Mundial de la UNESCO de Villuercas Ibores Jara (APRODERVI).
Cañamero guarda suficientes rastros como para dibujar escenas vividas hace muchos siglos. Difícil precisar cuantas centurias llevan en pie paredes, muros o arcos…
Los caminos llegaban a la población sin la pretensión de tomar altura, todo lo contrario: las vias del sur tendían a encontrase por la Plaza de la Villa Vieja, centro de uno de los barrios antiguos y nacimiento de la Calle Real (camino real). Doscientos metros de campo mas arriba encontramos los siguientes barrios, uno a cada lado de la calle y buscando una separación física.
Parece que estos tres barrios se crearon de forma que hubiera una diferenciación clara y determinate entre ellos. Quizás se pueden corresponder a las tres comunidades que ya existían en 1220: cristianos, judíos y moros. Aunque esta forma de entender el pueblo se va a mitigar bastante con la construcción del nuevo ayuntamiento de Cañamero en 1898, justo en el medio de los tres barrios y uniendo definitivamente las tres partes.
En la Plaza Vieja y sobre todo a lo largo de la Calle Real es donde se concentran los edficios más destacables, al menos por sus portadas. Esta calle va hasta San Miguel, donde antes había una ermita y hoy encontramos un pilón. Llaman la atención algunos arcos de granito; de medio punto y otros ojivales, generalmente sin adorno ni escudo, lo que no quita para encontrar algunas interesantes excepciones.
Las casas en general son de tamaño medio o pequeño. En el barrio del Alamillo son mas pequeñas en general que en lo otros dos. Éste, además tiene las calles mas bien estrechas y retorcidas, salvando una fuerte pendiente. Las casas tienen dos alturas, aunque en algunas ocasiones elevan la tercera planta apoyándose en la vertiginosidad del terreno.
Camino de paso para artesanos y comerciantes en su ruta hacia Guadalupe, Cañamero siempre se ha caracterizado por su hospitalidad, rasgo que sigue imprimiendo el carácter de los habitantes de este pequeño pueblo cacereño.
Patrimonio
Fiestas Locales
En el polígono industrial La Colada, se asientan numerosas empresas de diferentes sectores productivos, desde energías renovables a productos derivados de las abejas(cera, miel...)
Cañamero conserva además retazos de los viejos oficios ligados a las faenas agrícolas, como los artesanos del mimbre. Destaca la cerámica, con la creación de piezas muy originales decoradas con motivos inspirados en la flora, fauna y pinturas rupestres de Las Villuercas, utilizando diversos materiales de la zona.
La actividad económica se centra sobre todo en el sector servicios y el comercio. No en vano es en Cañamero donde se encuentra el Centro de Interpretación de la ZEPA de Sierra de Villuercas y Valle del Guadarranque así como el Centro de Recepción de Visitantes del Geoparque Mundial UNESCO Villuercas-Ibores-Jara.