Casas de Millán limita con: Mirabel al noreste; Cañaveral al noroeste y oeste; Hinojal, Talaván y Monroy al sur; Serradilla al este.
La característica más llamativa para el visitante es la gran cantidad de aves, pequeñas y grandes, que pueden verse por la zona, cuyo punto emblemático lo constituye el Parque Natural de Monfragüe, situado a escasos kilómetros de Casas de Millán.
También el aficionado a la botánica puede disfrutar de la gran variedad de especies existentes, ya que han sido clasificadas más de dos mil especies de plantas. Desde las raras orquídeas hasta las humildes y sorprendentes plantas parásitas de nuestros arbustos.
Entre las viviendas de esta población, normalmente de dos plantas construidas a base de mampostería de pizarra, destacan algunas construcciones por los blasones que decoran sus fachadas y la utilización de cantería para las puertas.
El municipio cuenta con varios manantiales de agua. Entre los más importantes se encuentra «La Canal», que antiguamente surtía de agua los caños de las fuentes del pueblo y uno de los lavaderos que todavía se conserva y que ha sido parcialmente restaurado. Aun hoy parte del abastecimiento de agua potable del pueblo se surte de él.
Patrimonio
Fiestas
Posee excelentes paisajes en los que las encinas, los pastos, cereales, olivos, monte bajo y matorral, compiten entre sí.
Entre el cereal podemos contemplar avutardas, aguiluchos o sisones, mientras que entre las encinas se distinguen gran cantidad de rapaces, infinidad de especies de pájaros y las míticas grullas que, durante los meses fríos, comparten la dehesa con el ganado.
Personajes Ilustres
Nació el Cardenal Trejo, quien ostentó el cargo de Inquisidor de la Corte, Capellán Mayor de las Descalzas y Oidor del Consejo Real. Mientras ocupaba estos oficios, a instancia del monarca Felipe III, fue elevado por el Papa Paulo V a la púrpura cardenalicia el día 2 de diciembre de 1615. Fue miembro de las congregaciones cardenalicias que llamaban de regulares, de la del Concilio, de la del Índice de libros prohibidos, y de la congregación de la Inquisición. También se le confirió el título de comisario General de la Cruzada por enfermedad de don Martín de Córdoba. Recibió el arzobispado de Salermo por el rey Felipe IV, en el reino de Nápoles, cuyo príncipe y señor pertenecía a la noble familia de los Grimaldos de Génova, de la cual descendía el cardenal.
Miguel del Barco, eclesiástico y escritor, nació en Casas de Millán en el año 1706. Cursó estudios de filosofía en la Universidad de Salamanca y fue maestro de gramática. Ingresó en la Compañía de Jesús el 18 de mayo de 1728. En 1735 viajó al virreinato de Nueva España, entidad político-administrativa establecida por los monarcas españoles durante el período colonial en los territorios del actual Méjico, para iniciar sus actividades como misionero. En 1738, partió rumbo a California, donde permaneció hasta la expulsión de los jesuitas en 1767. A él se debe la construcción de la iglesia de la Misión de San Javier Biaundó.
Francisco de Paniagua, eremita nacido en el último tercio del siglo XVI, en Casas de Millán, y que murió el 22 de agosto de 1636, fue el iniciador del culto a Nuestra Señora de la Montaña, Patrona de Cáceres. Contó con la inestimable ayuda de D. Sancho de Figueroa, cura de la S.I.C. de Santa María de Cáceres. Al parecer, y con el fin de albergar una pequeña imagen de la Virgen de Montserrat, Paniagua construyó una cabaña aprovechando el abrigo de los peñascos más altos para así vivir su fe como había decidido.