Se encuentra recostado sobre la falda de la Sierra de San Bernabé en las estribaciones de la Sierra de Gredos. La localidad se asienta sobre una pronunciada pendiente a los pies de un extenso bosque de robles y castaños. La espesura de este monte –territorio de caza al que se refirió Alfonso XI en su libro de montería, se combina con hectáreas y hectáreas de terreno sembrado de cerezos. Bancales que descienden de manera ordenada y escalonada, salpicados de higueras, viñedos y olivares, hasta alcanzar la margen izquierda del río Jerte.
El principal atractivo local es el bosque de castaños milenarios excelentemente conservado que permite disfrutar de algunos de los denominados Árboles Singulares de Extremadura con diversos ejemplares casi milenarios de porte espectacular. La Ruta de los Castaños Milenarios, la presencia del embalse de Plasencia junto con una amplia oferta de restauración convierte a este municipio jerteño en el destino idóneo para desarrollar actividades empresariales de turismo activo.
El motor económico local es la agricultura, estando la actividad diversificada principalmente entre cerezos y castaños, representando este último uno de los productos con mayor potencialidad comercial y rentabilidad de la comarca. Al igual que en su vecina Cabrero, sus habitantes ofrecen más de una decena de parcelas agrarias disponibles para su explotación.
Como actividad complementaria en la economía de Casas del Castañar se encuentra el sector servicios; que incluye el sector hostelero y los servicios esenciales de atención a personas como la Residencia de Personas Mayores.
Patrimonio cultural
Fiestas patronales
Destaca en primavera el espectáculo de El Cerezo en flor, que cubre de blanco no sólo el término municipal de esta población, sino también gran parte del Valle del Jerte.
El 8 de agosto se celebra la Feria, y el 16 de agosto la fiesta patronal, San Roque.
Restos arqueológicos:
Tras alcanzar cierta importancia durante la Edad Media, a lo largo del sigo XVII, y como consecuencia de las sucesivas pestes que asolaron el país, cuya importancia se vio acentuada el Valle del Jerte por la concurrencia del paludismo endémico en las zonas donde se remansaban las aguas del Rio, quedó abandonado el poblado de Asperilla, cuyos últimos habitantes terminaron por desplazarse al actual emplazamiento de Casas del Castañar, en cuyo término municipal se encuentra enclavado en la actualidad.
En su término municipal, desde 2003 está ubicado el "Espacio Morán de Arte Contemporáneo" (EMAC), edificio con forma de cúpula promovido y construido por el escultor cacereño Antonio Morán.
En el año 2007 se inauguró el Museo Etnográfico Doctor Marceliano Sayáns Castaños, en el que se pueden contemplar obras de arte y restos arqueológicos recogidos durante toda su vida por el propio doctor, así como toda la colección de libros diversos que formaban su biblioteca personal y un sinfín de instrumentos, armas y otros elementos curiosos.