Conquista de la Sierra pertenece a la comarca de Trujillo, se localiza entre los 39º 21`08“ de latitud norte y los 5º 44`02“ de longitud oeste, siendo la extensión del término municipal de 41,76 km cuadrados. El casco urbano está situado a 447 m de altitud.
Se asienta sobre materiales pizarrosos y graníticos de la penillanura trujillana, destacando un paisaje alomado ligeramente en el que sobresale la elevación de la Sierra de Pedro Gómez. El clima es del tipo mediterráneo subtropical presentando veranos calurosos y una irregularidad interestacional e interanual, con precipitaciones medias moderadas, siendo los meses de invierno los más lluviosos.
La vegetación característica es el bosque de encinas y matorral (jara, romero, tomillo, retama). Las tierras para pastos representan el 93% del total de las explotaciones, siendo insignificante el porcentaje de las tierras labradas. Tradicionalmente, la actividad del municipio fue esencialmente ganadera, tras la Guerra Civil comenzaron a roturarse muchas tierras, actualmente es un recurso subsidiario que se reparte en ovino, bovino, caprino y porcino.
Historia.
La historia de Conquista de la Sierra está íntimamente ligada a la historia de Trujillo. La extensa tierra de Trujillo estuvo en manos musulmanas desde el 714, tierra fronteriza e inestable. En el siglo XIV se menciona por primera vez a Conquista, entonces conocida como La Zarza y perteneciente a la Comarca de Trujillo. Tras la reconquista de Trujillo en 1232, La Zarza, Zorita y Alcollarín fueron entregadas a la familia Pizarro, familia de origen leonés que participó en la toma de dicha villa.
A la caída del Antiguo Régimen la localidad se constituyó en municipio constitucional, conocido entonces como Conquista, en la región de Extremadura que desde 1834 quedó integrado en Partido Judicial de Logrosán que en el censo de 1842 contaba con 50 hogares y 274 vecinos.
En el año 1960 Conquista de la Sierra pertenecía al Partido Judicial de Trujillo.
Patrimonio
Fiestas:
Predominan el sector agrario y el sector ganadero.
El municipio destaca por su gastronomía tradicional de la zona, caracterizada por la elaboración de caldereta de cordero, el escabeche, los bollos de pascua, las migas, las torrijas, las perrunillas, etc.