Este municipio, situado entre Talaván y la Autovía de la Plata justo al sur del río Tajo, sstá enclavado territorialmente en la zona conocida como los Cuatro Lugares en la Comarca de Cáceres y pertenece a la Mancomunidad Tajo-Salor. A la localidad se accede desde la Autovía Ruta de la Plata A-66 y desde la carretera nacional N-630 a través de la EX-373. Desde la carretera autonómica EX-390 (Cáceres-Torrejón el Rubio) se llega a Hinojal por la comarcal CC-28. A 34 km de Cáceres.
A finales de la estación otoñal, las grullas visitan la localidad de Hinojal alimentándose y cobijándose en espacios naturales protegidos declarados ZEPA como el Embalse de Talaván y Embalse de Alcántara.
Los suelos naturales predominantes en este municipio son las tierras pardas con una vegetación natural de matorral regresivo con lavándula, tomillo y escoba. Existen zonas de jara y el quejigo y abundan las encinas pudiéndose contemplar así en su Dehesa Boyal.
Platos tan tradicionales como la liebre estofada o con arroz, el escabeche de patatas, la sopa de tomates de la huerta, la caldereta de cordero, el frite de cabrito, el gallo de corral, las tencas fritas y el mojo de peces, entre otros. En repostería sobresalen las roscas bañadas, los coquillos y floretas con miel, las perrunillas y la roscas de Santo Toribio.
Fiestas
Se trata de un municipio eminentemente agrario; el 84% de sus terreros se dedica al pasto y el resto se dedica al cultivo de cereales.
Los suelos predominantes son las tierras pardas con una vegetación natural de matorral regresivo con lavándula, tomillo y escoba. Existen zonas de jara y el quejigo y abundan las encinas, constituyendo el hábitat natural de ciertas aves como la avutarda.
Festividad de San Sebastián.
Se celebra a mediados de enero. Seis jóvenes del pueblo, vestidos de regulares, y con escopetas cantarán la vida del santo San Sebastián por todo el pueblo, después de la misa, y tras cantar en cada parada, hay ocho, tiran salvas en honor al santo que, muchas veces, son respondidas por vecinos desde balcones y ventanas en sus casas, asimismo, es costumbre tirar puñados de trigo al paso de la procesión.
San Sebastián fue un capitán pretoriano en Roma, convertido al cristianismo, se desplazaba a ver y consolar a los cristianos que estaban presos, ésto le supuso una condena a morir por parte de Diocleciano que le conminó a abandonar el cristianismo. Tras golpearle mortalmente arrojan su cadáver a la cloaca de Tarquino y una cristiana lo recoge y comprueba que no ha muerto, tras curarse vuelve ante el César y proclama su cristianismo de nuevo, entonces es atado a un tronco y muerto a flechazos por su propia guardia. .