Santibáñez el Bajo es un municipio español, en la provincia de Cáceres, Comunidad Autónoma de Extremadura. El término, ubicado en la Mancomunidad de Trasierra-Tierras de Granadilla, se caracteriza por la existencia de un relieve ondulado donde destacan los cerros Teso Judío y el de las Cigüeñas. El río Alagón discurre por el límite del municipio, y lo atraviesa la rivera del Bronco. El clima es de tipo mediterráneo, muy suave, debido al efecto pantalla de los relieves hurdanos localizados al norte.
Historia.
Hay constancia ya en épocas neolíticas y calcolíticas, de la presencia humana por estos parajes. Se han encontrado depósitos líticos y cerámicos, rastreándose suelos de cabañas, en los pagos de «Cabeza Jerrero» y Dehesa Boyal. Enterramientos tumulares aparecen en «Huerta de las Jerrumbre» y «Los Corrales», hallándose, así mismo, industrias de estas épocas en algunas covachas que se desparraman por los terrenos graníticos, fundamentalmente en las cercanías del río Alagón y Rivera del Bronco.
La romanización caló profundamente en esta zona, a juzgar por los asentamiento rurales romanos que se esparcen por el término («Cabeza del Moro», «Los Lozanos», «Arrocetuna», «Vegas de la Caneta», «Pozo de la Piedra»…..). La huella visigoda queda patente en el poblado de «Los Corrales», que ha deparado cerámicas con crismones, monetario y otros vestigios.
Este lugar deriva su actual nombre de «Sancti Ihoannes», que es decir lo mismo que «San Juan». Perteneció al antiguo reino de León, como lugar dependiente de la Comunidad de Villa y Tierra de Granada (despoblado de Granadilla). En la primera mitad del siglo XIX este pueblo se erigió en uno de los más emblemáticos –por no decir el primero- del bandolerismo de corte social que recorría la región extremeña. La cuadrilla de «Los Muchachos de Santibáñez» trajo en jaque a las autoridades civiles y militares, que sufrieron secuestros, robos y continuos descalabros a manos de tales bandoleros, prestos a no dar cuartel al absolutismo de Fernando VII.
A la caída del Antiguo Régimen la localidad se constituye en municipio constitucional en la región de Extremadura, Partido Judicial de Granadilla, entonces conocido como Santivañez el Bajo que en el censo de 1842 contaba con 220 hogares y 1260 vecinos.
Patrimonio:
Fiestas:
En sus alrededores existen gran cantidad de olivares y cultivos herbáceos, que se completan con pastos. La población activa en su mayor parte se encuadra dentro del sector agrario, seguido de la industria, la construcción y los servicios.
Santibáñez sorprende por sus bellas dehesas, donde fertiliza el roble, la encina, el alcornoque, el pino, el nogal, el tejo y fundamentalmente el olivo. Un hábitat natural donde vive el jabalí, el zorro, el venado, la cabra montesa o el buitre, y donde pueden verse las alineaciones marciales de la grulla.
Destacan dos rutas a pie por la zona, la primera es el "Camino de San Albín"que discurre por senderos jalonados por huertos de olivos y vides hasta llegar a la laguna del monte. La segunda, es la ruta de "ruta de los lagares", que recorre estas construcciones abandonadas a lo largo del curso del arroyo de las Clavellinas.