Vegaviana es un municipio español de la provincia de Cáceres, Extremadura. Se encuentra en la vega del río Árrago, en una zona que se transformó en regadío con la construcción en 1954 del pantano de Borbollón.
La localidad se localiza en el extremo noroeste de la provincia de Cáceres, en la mancomunidad de Sierra de Gata. Su término municipal está caracterizado por el llano de regadío (con las estribaciones de la sierra como telón de fondo) con una altitud máxima de 284 msnm y limita con los términos municipales de Cilleros y Moraleja.
La red fluvial de esta zona está vertebrada en torno a la rivera de Gata, afluente del río Arrago, en la cuenca hidrográfica del Tajo, que nace en las proximidades del monte Jálama para dirigirse, tras ser embalsado en las proximidades de Villasbuenas de Gata, hacia el llano de Moraleja.
Historia.
El nombre de Vegaviana procede del mismo nombre de una de las fincas en las que se situó el poblado de colonización, en una zona de arbolado de encinas y alcornoques y monte bajo.
Entre 1954 y 1958 se realizan las obras del poblado de colonización que albergaría a los colonos llegados de distintas zonas de Extremadura para trabajar las parcelas asignadas por el Instituto Nacional de Colonización (INC). Los 58 primeros colonos que se asentaron en el pueblo con sus familias lo hicieron a partir de 1956. Se instalaron en barracones mientras se finalizaba la construcción de las casas. En 1961 se habían asentado 3131 colonos, pero debido a una mala producción de los primeros años, que obliga a muchos de ellos a la emigración, se reduce el número hasta 179 en 1966.
En 1993 Vegaviana se constituía en Entidad Local Menor dependiente de Moraleja. Pero en el año 2005 interpuso un expediente de segregación municipal, constituyéndose el 25 de junio de 2009 como municipio independiente de Moraleja.
Patrimonio:
Fiestas:
El sector agropecuario es el principal pilar de la economía de la comarca. Si bien, en los inicios del plan de regadío el algodón, el tabaco o el maíz copaban la producción agrícola, los dos primeros han dejado paso al tomate, el pepino y otras variedades de hortalizas.
Igualmente significativo es el sector ganadero, especialmente bovino, que determina un paisaje característico de amplias praderas destinadas para el forraje que, a principios de verano, se encuentran jalonadas con pilas de alpacas.
Destaca el proyecto arquitectónico de Vegaviana que fue obra del arquitecto José Luis Fernández del Amo, en colaboración con Genaro Alas Rodríguez. El proyecto inicial de 1954 comprendía la construcción en una primera fase de 160 viviendas para colonos y 30 para obreros agrícolas además de los edificios públicos y locales de comercio. El Instituto Nacional de Colonización (INC) consideró el coste de las viviendas excesivo y pidió una modificación parcial del proyecto que finalmente se compondría de 130 viviendas para colonos y 60 para obreros agrícolas. Las obras se prolongaron desde 1954 a 1959. El proyecto fue presentado en el V Congreso de la Unión Internacional de Arquitectos de Moscú en 1958, en el que fue muy reconocido y valorado.