Villasbuenas de Gata es un municipio en la provincia de Cáceres, en la Comunidad Autónoma de Extremadura, España. Se ubica en el centro de la mancomunidad de Sierra de Gata, situada en el norte de la provincia en la sierra del mismo nombre. Se ubica entre los 40º 10´ de latitud Norte y los 6º 37´ de longitud Oeste y el término tiene una extensión de 46,83 km². Está a una distancia de 102 km de Cáceres, la capital provincial.
La Rivera de Gata es el principal río que pasa por el término. Mantiene un caudal permanente durante todo el año, registrando fuertes crecidas en épocas de lluvias. Nace en la Sierra de las Jañonas, muy cerca de La Almenara, concretamente en una zona denominada El Pantano a 1.220 m de altitud. Después de atravesar los términos de Gata, Villasbuenas de Gata y Moraleja, la Rivera de Gata cede sus aguas al río Árrago.
Historia.
Los primeros asentamientos estables en la Sierra de Gata se produjeron hacia el año 3000 a.c., viviendo sus pobladores en pequeños poblados de piedra, unidos por vínculos familiares. En Castillejos (Villasbuenas de Gata) se han hallado restos de uno de estos poblados.
Villasbuenas de Gata perteneció al señorío de los Fonseca, ilustre familia de la Alta Nobleza salmantina emparentada con la conocida saga de arzobispos del mismo apellido, por compra que realizó don Rodrigo de Messia a Felipe II en 1556.
Aunque su contribución a la Conquista americana fue escasa (debido al poco vecindario de la población), uno de sus habitantes, Francisco de Trejo, se destacó como gran soldado en Perú y en Colombia, y como eficiente cabildante en la ciudad de Mérida (Venezuela). En estos mismos escenarios conquistadores también intervino Cristóbal Gómez Nieto.
Patrimonio:
Fiestas:
Destaca la actividad agraria, ganadera y el turismo.
Dada la ubicación del término municipal, presenta un conjunto natural de gran valor. A esto se le añade los restos conservados de su pasado histórico. La charca "Buen Hombre" o el río Rivera Gata son solo algunos de los lugares que ofrecen infinitas posibilidades para la práctica del senderismo.
Destaca la piscina natural de la Rivera de Gata, en el camino de la Fatela, a pocos kilómetros del pueblo.